Gente que, al llegar a casa, hace bromas o comentarios sobre el alto volumen de la televisión. A veces se encuentras a sí mismo preguntando varias veces sobre lo que la gente dice, o incluso pide que le repitan lo que otras personas dicen, llegando el caso de incomodarse al no recibir respuesta de quien espera la ayuda. A veces tiene problemas al intentar entender a la persona que esta al otro lado del teléfono, siendo este tipo de situaciones muy frustrante. Se encuentra participando menos en las conversaciones, incluso entre familiares y amigos. Se esfuerzas en usar la visualizción de la cara del que esta hablando para adivinar lo que dice mediante la lectura de sus expresiones y labios. Se irritas con las personas cuando no puede entender lo que dicen. Se sientes depresivo.
Si se ve o ve a un ser querido en alguna de estas situaciones, puede que sea hora de admitir que puede haber un problema y deba hacer un examen auditivo para verificarlo. Al igual que su huella dactilar, la pérdida auditiva es única e individual. Hay muchos test que puede usar para examinar su pérdida auditiva. Estos tests son el primer paso para recibir consejo de nuestro personal especializado en centros auditivos.
La mayor parte de la pérdida auditiva es el resultado de la exposición a ruido o del proceso de envejecimiento. Puede ser causado también por la enfermedad, la genética o la medicación, como la quimioterapia, así como un trauma acústico (tras un accidente, por ejemplo).
El audífono permite la contínua estimulación cerebral y el entendimiento. Es recomendable realizar pruebas auditivas al menos una vez al año para asegurarse de que recibe el tratamiento adecuado en el momento adecuado, tan pronto como detecte cualquier pérdida auditiva.